"De bien nacido es ser agradecido", así que dedicamos esta entrada de felicitación a todas aquellas personas que, en algún momento, han visitado este blog para conocer o reencontrarse con esa Sevilla, hoy tan desconocida, de los barrios populares del centro histórico -San Marcos, Santa Catalina, San Julián, San Luis, San Román...- desde finales de los años 60 del siglo pasado hasta principios de los 80.
El fotógrafo aficionado, mi padre, documentó la vida cotidiana -y también la festiva- de dichos barrios a lo largo de varias décadas. Sus dos principales aficiones, las cofradías y las tabernas, las concilió, a pesar de sus limitados recursos económicos, con la pasión que sentía por la fotografía de calle, de celebraciones, de familias y de retratos.
Después de dos años de existencia, tras casi 200 entradas y la publicación de más de 2.000 fotos, de más de 6.300 visitas -sin hacer ni querer ninguna publicidad-, "La mirada del monaguillo" seguirá su andadura hasta culminar, si Dios quiere, la totalidad de los fondos que tan meticulosamente conservó y archivó el fotógrafo aficionado. Una forma de devolver al público su trabajo y su pasión durante tantos años. Y todo ello, nunca mejor dicho, por el simple amor al arte.
I. En primer lugar, hemos de agradecer a la Revista Nazarenos y, especialmente, a Jaime Rodríguez, su joven y excelente fotógrafo, la oportunidad que nos brindó de incluir una foto suya, junto con una breve semblanza, en su reciente número dieciocho.
Domingo 31 de marzo de 1968. Paso primitivo de la Piedad Servita -cedido por la Hermandad del Carmen de Santa Catalina- en una de sus primeras salidas por las calles del barrio
II. En segundo lugar, queremos recordar a todas las personas y familias que aparecen en las fotografías de este blog, la mayoría de ellas desconocidas para nosotros y, por desgracia, muchas de ellas ya fallecidas, pero que conformaron el tejido social y emocional en el que crecimos muchos de los que ahora peinamos canas. Vaya para ellas nuestro respeto y nuestro más sincero y sentido agradecimiento.
III. Y, finalmente, cómo no recordar en estas fechas al fotógrafo aficionado, a don Pío Ramón Lledó Carpena, verdadero artífice de este blog cuyo trabajo y cuya pasión se convierten, así, en una potente contribución para armar la memoria colectiva de unos barrios, de unas gentes, de unos tiempos y costumbres tan desconocidos hoy para la gran mayoría de los sevillanos.
Pío Ramón Lledó Carpena en el sofá de su casa de la calle Santa Paula. A la derecha el pequeño laboratorio fotográfico instalado en el cuarto de baño familiar. 1970.
¡Feliz Navidad y Próspero año 2025!
Parroquianos de la taberna Casa Tomás de San Marcos en la Navidad de 1971
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