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martes, 15 de octubre de 2024

Salida en andas de la Hermandad de la Hiniesta. Marzo, 1973.

 

La noche del 21 de marzo de 1973 salen por la feligresía de San Julián el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Hiniesta. En su recorrido pasan por la Plaza de Santa Isabel y hacen una parada en la Capilla de los Servitas. El fotógrafo aficionado documenta el evento.  

 
















 

La Junta de Gobierno de la Hermandad Servita recibe a la Hiniesta en su Capilla


 



































El Cristo de la Buena Muerte pasa frente al bar Baldogar en la Plaza de San Marcos

 










viernes, 30 de agosto de 2024

Bares y tabernas en el otoño de 1972.

 

El vino de Villanueva del Ariscal se vendía bien en la Plaza de San Marcos. También circulaban los botellines de Cruzcampo, los "chochitos" (altramuces) y el "jamón de mono" (cacahuetes con cáscara). Solo en el bar de La Alegría de San Marcos -esquina con calle Socorro- y en Baldogar -esquina con Castellar- se servían también tapas clásicas como la ensaladilla, el filetito de lomo, el chipirón plancha o las espinacas con garbanzos. Casa Tomás -en la calle Vergara- y El Disloque -esquina con Bustos Tavera- disponían de algo de chacina -no muy cara- y, sobre todo, chochitos y cacahuetes. 

En la década de los 70, el vino y la cerveza eran las bebidas habituales en estos barrios populares del centro de Sevilla. Por las mañanas, no obstante, también se veía a algunos parroquianos frente a la copita de coñac o de anís seco para empezar el día entonados. Esta situación incluía, cómo no, la cuota de personas dadas a la bebida, sobre todo hombres, ya que las mujeres no solían frecuentar las tabernas, tan solo los bares y, normalmente, acompañadas por sus maridos o parientes en las fiestas o fines de semana.

No fue sino hasta la década de los 80, cuando la introducción de la heroína, que la degradación de la convivencia, el tráfico de drogas y la delincuencia se adueñaron de barrios como San Marcos, San Julián, el Pumarejo o la Macarena. Si bien la mayoría de sus vecinos seguían tratando de hacer una vida lo más normal posible frente a la adversidad, la droga se llevó a muchos jóvenes por delante en estos barrios. (La obra "Canijo" de Fernando Mansilla relata con toda crudeza la dramática situación que se vivió en esa década. Muy recomendable)

 


 

Feligreses de la taberna Casa Tomás posando para el fotógrafo aficionado

 


 

 

Por aquellos años también estaban de moda los billares








Los más famosos eran los del Café Madrid en la calle Sierpes, aunque abundaban en muchos barrios, como estos de la calle San Luis.





Camarero del bar Baldogar y algunos de sus parroquianos

 












Y aquí el guarda nocturno de la Plaza de San Marcos posando con "la vaca", su perro, en una lluviosa y fría noche de finales de octubre. Al fondo la tienda de Tejidos San Luis, en la esquina de la plaza con la calle del mismo nombre.


Retratos de 1972 (III).

 

El fotógrafo aficionado realizaba múltiples retratos de los vecinos y conocidos de San Marcos o San Julián; a veces por gusto y, en muchas ocasiones, por encargo para fotos de carnet que recortaba en el revelado posterior. Traemos aquí, como hemos hecho en anteriores entradas del blog, algunos de estos retratos que muestran la tipología de los habitantes de estos barrios populares del centro de Sevilla en la década de los 70 del siglo pasado. Y de ellos podemos deducir o imaginar su actitud ante la vida, sus miradas y entrever, acaso un poco, su mundo interior.

 







 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 


 

martes, 30 de abril de 2024

Vía Crucis del Cristo de la Hiniesta.

 

El 31 de enero de 1971 se celebra el tradicional Vía Crucis del Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de la Hiniesta. La imagen de Castillo Lastrucci es portada por sus hermanos por las calles de la feligresía de la Parroquia de San Julián, visitando distintos centros religiosos como el Convento de Santa Paula o la Capilla Servita.

 



 

 

 

 

El Cristo de la Buena Muerte espera en la iglesia a ser portado en hombros por sus hermanos.

 

 

 

 






 

 

La representación de la Hermandad Servita participa en el Vía Crucis.