Realizamos, en esta primera entrada, una selección muy personal de las mejores fotografías realizadas durante el año 1971.
"De bien nacido es ser agradecido", así que dedicamos esta entrada de felicitación a todas aquellas personas que, en algún momento, han visitado este blog para conocer o reencontrarse con esa Sevilla, hoy tan desconocida, de los barrios populares del centro histórico -San Marcos, Santa Catalina, San Julián, San Luis, San Román...- desde finales de los años 60 del siglo pasado hasta principios de los 80.
El fotógrafo aficionado, mi padre, documentó la vida cotidiana -y también la festiva- de dichos barrios a lo largo de varias décadas. Sus dos principales aficiones, las cofradías y las tabernas, las concilió, a pesar de sus limitados recursos económicos, con la pasión que sentía por la fotografía de calle, de celebraciones, de familias y de retratos.
Después de dos años de existencia, tras casi 200 entradas y la publicación de más de 2.000 fotos, de más de 6.300 visitas -sin hacer ni querer ninguna publicidad-, "La mirada del monaguillo" seguirá su andadura hasta culminar, si Dios quiere, la totalidad de los fondos que tan meticulosamente conservó y archivó el fotógrafo aficionado. Una forma de devolver al público su trabajo y su pasión durante tantos años. Y todo ello, nunca mejor dicho, por el simple amor al arte.
I. En primer lugar, hemos de agradecer a la Revista Nazarenos y, especialmente, a Jaime Rodríguez, su joven y excelente fotógrafo, la oportunidad que nos brindó de incluir una foto suya, junto con una breve semblanza, en su reciente número dieciocho.
Domingo 31 de marzo de 1968. Paso primitivo de la Piedad Servita -cedido por la Hermandad del Carmen de Santa Catalina- en una de sus primeras salidas por las calles del barrio
II. En segundo lugar, queremos recordar a todas las personas y familias que aparecen en las fotografías de este blog, la mayoría de ellas desconocidas para nosotros y, por desgracia, muchas de ellas ya fallecidas, pero que conformaron el tejido social y emocional en el que crecimos muchos de los que ahora peinamos canas. Vaya para ellas nuestro respeto y nuestro más sincero y sentido agradecimiento.
III. Y, finalmente, cómo no recordar en estas fechas al fotógrafo aficionado, a don Pío Ramón Lledó Carpena, verdadero artífice de este blog cuyo trabajo y cuya pasión se convierten, así, en una potente contribución para armar la memoria colectiva de unos barrios, de unas gentes, de unos tiempos y costumbres tan desconocidos hoy para la gran mayoría de los sevillanos.
Pío Ramón Lledó Carpena en el sofá de su casa de la calle Santa Paula. A la derecha el pequeño laboratorio fotográfico instalado en el cuarto de baño familiar. 1970.
¡Feliz Navidad y Próspero año 2025!
Parroquianos de la taberna Casa Tomás de San Marcos en la Navidad de 1971
Permítannos la licencia personal de traer a este blog fotográfico, en estas fechas navideñas, el recuerdo de mi abuelo materno don Rafael Becerra, personaje de época, seguramente ya casi olvidado en Carmona, que regentó durante décadas una tienda de ultramarinos a la vera de la Plaza de Abastos, además de otros menesteres menos confesables, como cita en el prólogo de su divulgado libro de recetas de cocina el "tabernero" de Sevilla Enrique Becerra, cuyo restaurante de la calle Gamazo cerró hace pocos años.
Las fotos fueron tomadas en la Navidad de 1973, en su casa de Carmona, pocos años antes de su fallecimiento.
Que la televisión fuera el eje central de las casas populares de Sevilla en esta década de los años 70 es una cuestión innegable. Por aquellos años, la televisión se encendía desde la mañana a la noche cuando aparecía la "carta de ajuste" ya pasadas las doce. Y eso que al principio solo había un canal de televisión que, eso sí, se apagaba religiosamente por las tardes para que las madres escucharan la radionovela de turno mientras cosían la ropa o remendaban calcetines y pantalones. Los niños merendábamos -colacao con picatostes- escuchando "Simplemente María" o "Lucecita". Muchos vaticinaron entonces la muerte de la radio pero se equivocaron de medio a medio porque hoy sigue tan viva como entonces o más.
En las fotos siguientes, el fotógrafo aficionado documenta en su propia casa del barrio de San Marcos cómo es posible montar un árbol y un belén encima del mueble del televisor. Afortunadamente, en aquellos primeros años de la tele, los aparatos eran voluminosos y permitían toda suerte de objetos encima, desde flamencas o toritos bravos hasta muñecas o retratos. Pero un árbol de Navidad y un niño Jesús, hombre...
Horror vacui
El día 6 de enero de 1973, como cada año, la Plaza de Santa Isabel -del barrio de San Marcos- acogía a familias y niños que jugaban con los regalos que les habían traído los Reyes Magos la noche anterior. Por aquellos años prácticamente no existía aún Papá Noël, así que niños y niñas teníamos que esperar hasta la noche de Reyes -más bien hasta la mañana de Reyes- para ver qué nos había traído Melchor, Gaspar o Baltasar. Y solo teníamos dos o tres días para jugar porque pronto empezaba el cole de nuevo.
De ahí que, acumuláramos tanta ilusión a lo largo de las vacaciones de Navidad hasta llegar a ese día soñado. No como en la actualidad, donde niños y niñas reciben regalos todo el año y a lo largo de la Navidad. Quizás, por eso, muchos de ellos no los reciban ahora con la misma intensidad e ilusión que lo hacíamos entonces.
Dos "vaqueros" motorizados en la fuente de la Plaza. Al fondo la calle Vergara
Ojo con la guitarra. Son verdaderos "mariachis"
El 21 de diciembre de 1972, el fotógrafo aficionado realiza un reportaje de una obra de teatro representada en el salón de actos del Instituto Fernando de Herrera de Sevilla, por encargo de un conocido del barrio de San Marcos. El instituto empezó su andadura educativa el 8 de octubre de 1968, siendo por entonces un centro exclusivamente para chicos, si bien, a partir del curso 1975 fue progresivamente incorporando a chicas para ser definitivamente uno de los primeros institutos mixtos de Sevilla a partir del curso 1979-80.
El último día del primer trimestre del curso de 1972-73 se representa dicha obra de la que mostramos a continuación una selección de fotografías. Un tal Pepe -lamentamos no saber más- es señalado en las notas del fotógrafo como el director de dicha obra.