Antes del aluvión turístico que sufriría décadas después, Sevilla era una ciudad provinciana habitada por sevillanos, de nacimiento o de adopción. Incluso el centro histórico más apreciado, como la catedral, la Giralda y su entorno, seguían siendo escenarios de la vida cotidiana de una ciudad, quizás ensimismada, pero al gusto de sus habitantes. Aquí reflejamos dos "postales" típicas que distan mucho de lo que se han convertido en la actualidad.
La calle Mateos Gago en abril de 1971. Nada que ver con el manido parque temático de bares para turistas en que la han convertido hoy.
Una instantánea de la Plaza Virgen de los Reyes realizada en plena Feria de Abril de 1971, cuando aún se celebraba en el Prado de San Sebastián. Las palabras sobran.