En la actualidad, la toma de dichos es un trámite más del conjunto de actos administrativos previos a la celebración de una boda católica. Se suele realizar en las propias dependencias de la iglesia junto con el sacerdote y los testigos. Pero, en 1971, la toma de dichos, o los "dichos" para abreviar, constituía un acto social además de administrativo y, en este caso, solía realizarse en el propio domicilio de la familia del novio o de la novia, al que se desplazaban tanto el sacerdote como los testigos del compromiso de boda.
De lo que no ha dejado constancia el fotógrafo aficionado es si, después del acto, se terminaba con el debido ágape o no.