IX. De vuelta a casa. Tras una estación de penitencia modélica, a pesar de la juventud de la cofradía del Sábado Santo, la Piedad Servita vuelve a su barrio de San Marcos donde la esperan los vecinos y devotos. Aunque el cansancio de nazarenos, acólitos y costaleros ya va haciendo mella tras una jornada espléndida en la que, además, se ha visitado la sede de varias hermandades del recorrido: Panaderos, Lanzada, Montesión...
La Piedad Servita sale de la calle Castellar y ya está en la Plaza de San Marcos
Ya está en la Plaza de Santa Isabel
Ya está en la calle Santa Paula, a tan solo unos metros de la puerta de su capilla
Una saeta rasga la noche desde un balcón frente a la iglesia
Finalmente, el paso empieza a entrar en su capilla y en la casa de la hermandad Servita algunos nazarenos descansan de la dura jornada vivida. Algunos vecinos se resisten a recogerse en sus casas y aprovechan para tomar una última copa mientras se comenta lo sucedido a lo largo de un glorioso Sábado Santo.