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sábado, 30 de noviembre de 2024

Autorretrato desenfocado. Mayo, 1973.

 

El fotógrafo aficionado realiza un autorretrato en su pequeño laboratorio instalado en el cuarto de baño de su casa familiar. Por su curiosa composición lo exponemos en esta entrada. ¿Quién no ha estado alguna vez desenfocado en su vida?


 


 

viernes, 8 de noviembre de 2024

1973 (VIII). Segunda estación de penitencia de los Servitas.

 

VIII. Costaleros de la Piedad Servita. Los años 70 del pasado siglo fueron los últimos de los (mal)llamados costaleros "profesionales", o mejor asalariados. Sirva esta entrada para homenajear a unos hombres y a una forma distinta de entender el trabajo del costal que desapareció pocos años después con la aparición de las cuadrillas de hermanos costaleros. El fotógrafo aficionado documenta un breve descanso de la cuadrilla del capataz Máximo Castaño en el regreso de la cofradía Servita hasta su capilla.

 


 






 


















 

Un botellín y un bocadillo bastaban para reponer fuerzas de una cuadrilla sin relevos, de "mármol a mármol" como se suele decir, un sistema de trabajo hoy casi inexistente en las cuadrillas de hermanos costaleros.


Y después del breve descanso, vuelta al trabajo, que queda aún lo más duro: aguantar los "kilos" que siguen cayendo sobre sus cuellos y meter la cofradía en su templo con dignidad y buen gusto. No constituían entonces un poder "fáctico" en las hermandades, no tenían "glamour" ni alardeaban ante nadie, no se creían protagonistas de nada, eran una familia unida leal a un capataz, apenas se les veía porque no podían salir de abajo ni para orinar -con perdón-, eran de otra raza, sí, cobraban por su trabajo, pero eran auténticos y humildes, y en la oscuridad de las trabajaderas eran también los pies de Cristo y de su Madre. Ellos eran los costaleros de la Piedad Servita.

 




jueves, 31 de octubre de 2024

Un "armao" en Casa Luis. Abril, 1973.

 

El 19 de abril de 1973 se reúne en Casa Luis, una taberna de la calle Vergara de San Marcos, un grupo de amigos acompañados por un armao de la Macarena. Es Jueves Santo por la noche y queremos suponer que la foto está tomada antes de la salida de la Centuria por las calles de Sevilla. Eran otros tiempos. Quizás más naturales, quizás más informales, pero tan auténticos como los de ahora, en ocasiones, tan mojigatos. El fotógrafo aficionado fija el momento.


Obsérvese que el "plumaje" del armao era mucho más recortado que el actual


martes, 22 de octubre de 2024

"Miguel y sepulturero en Baldogar". Abril, 1973.

 

Así reza la anotación del fotógrafo aficionado respecto a la fotografía de más abajo. Mientras la "mudá" del paso del Cristo de Burgos se alejaba hacia San Pedro, esa misma mañana del domingo 1 de abril, el fotógrafo regresa al bar Baldogar de la Plaza de San Marcos y fija esta escena de vida cotidiana en la Sevilla de la época. No se necesitan más comentarios. "Miguel y sepulturero en Baldogar".

 

 

¡Cómo echamos de menos esas máquinas de "flippers" -ahora les llaman pinballs- que poblaban muchos bares sevillanos de aquellos años y que a los niños nos encantaban!


martes, 8 de octubre de 2024

Reyes Magos en la Plaza de Santa Isabel. 1973.

 

El día 6 de enero de 1973, como cada año, la Plaza de Santa Isabel -del barrio de San Marcos- acogía a familias y niños que jugaban con los regalos que les habían traído los Reyes Magos la noche anterior. Por aquellos años prácticamente no existía aún Papá Noël, así que niños y niñas teníamos que esperar hasta la noche de Reyes -más bien hasta la mañana de Reyes- para ver qué nos había traído Melchor, Gaspar o Baltasar. Y solo teníamos dos o tres días para jugar porque pronto empezaba el cole de nuevo.

De ahí que, acumuláramos tanta ilusión a lo largo de las vacaciones de Navidad hasta llegar a ese día soñado. No como en la actualidad, donde niños y niñas reciben regalos todo el año y a lo largo de la Navidad. Quizás, por eso, muchos de ellos no los reciban ahora con la misma intensidad e ilusión que lo hacíamos entonces.

 


 

 

 












Dos "vaqueros" motorizados en la fuente de la Plaza. Al fondo la calle Vergara

 













Ojo con la guitarra. Son verdaderos "mariachis"












lunes, 7 de octubre de 2024

El fotógrafo aficionado en enero de 1973.

 

En enero de 1973 el fotógrafo aficionado contaba con 42 años. Aquí lo encontramos en sendos autorretratos, dos de ellos -realizados en la Plaza de Santa Isabel- para ser utilizarlos como fotos de carnet, si bien, por su interés y formato los incluimos en esta entrada.

 


 


 


 

 

domingo, 22 de septiembre de 2024

Invierno de 1972: bares y tabernas de San Marcos.

 

La vida cotidiana de los barrios populares del centro histórico de Sevilla no se entendería sin la presencia de los bares y tabernas que acogían "a sagrado" a numerosos y fieles parroquianos durante todo el año. Incluso en los fríos inviernos sevillanos de aquellos años -fríos no porque hiciera menos temperatura que ahora sino porque las casas y corrales no disponían de los medios de calefacción que disfrutamos hoy- bares y tabernas congregaban durante todo el día a "feligreses" que optaban por "calentarse" por dentro más que por fuera, además de aprovechar para charlar con unos y con otros olvidándose de las fatiguitas que se pasaban.

No resulta extraño, pues, que los que entonces fuimos niños y niñas recordemos aún el frío y la humedad que pasamos en nuestra infancia y pubertad. La "copa" de cisco picón era aún habitual en muchos hogares como única fuente de calor bajo la ropa de la mesa camilla que había en el salón o en una salita de la casa. A veces, cuando se disponía de más espacio, el salón quedaba reservado solo a las visitas esporádicas o a los grandes eventos de celebración (bautizos, cumpleaños, etc...). En los colegios tampoco había calefacción y el hecho de llevar pantalones cortos o falditas no ayudaba mucho en los días escolares fríos y lluviosos.

 


 

Camarero del bar Baldogar de la Plaza de San Marcos

 

Feligreses de la taberna Casa Tomás de la calle Vergara

 




 











lunes, 16 de septiembre de 2024

Mecánicos de Sevilla en 1972.

 

El fotógrafo aficionado colabora a veces con talleres mecánicos fotografiando automóviles siniestrados lo que no evita que también fotografíe a sus trabajadores. En este caso, de un taller situado en el barrio de la Macarena.













sábado, 14 de septiembre de 2024

Retrato de Manolito el Pitoche. 1972.

 

El barrio de San Marcos estaba poblado de personajes. Para el fotógrafo aficionado uno de los más entrañables era Manolito el Pitoche. Era apocado, poco hablador y buena persona. Lamentamos desconocer su historia en un barrio tan cargado de biografías dramáticas. Si no nos falla la memoria trabajaba como artesano en un pequeño taller que había frente a la puerta de la Capilla Servita en la entonces calle Santa Paula. Confeccionaba lámparas de cristales coloreados y latón que, por entonces, se vendían mucho. Aún pueden verse algunas en las puertas de capillas e iglesias en los días grandes de la Semana Santa. Este retrato nos resulta especialmente conmovedor porque, ante el fotógrafo aficionado, Manolito el Pitoche parece mostrarnos su alma. 

 


 

viernes, 30 de agosto de 2024

Retratos de 1972 (III).

 

El fotógrafo aficionado realizaba múltiples retratos de los vecinos y conocidos de San Marcos o San Julián; a veces por gusto y, en muchas ocasiones, por encargo para fotos de carnet que recortaba en el revelado posterior. Traemos aquí, como hemos hecho en anteriores entradas del blog, algunos de estos retratos que muestran la tipología de los habitantes de estos barrios populares del centro de Sevilla en la década de los 70 del siglo pasado. Y de ellos podemos deducir o imaginar su actitud ante la vida, sus miradas y entrever, acaso un poco, su mundo interior.