La Presidencia de la Cofradía, con su Director Espiritual, el padre Pérez-Estudillo, caminan por la calle Doña María Coronel. Como se puede observar, no asiste mucho público salvo el que rodea permanente al paso de la Piedad Servita. Eran otros tiempos.
La cofradía pasa por delante de la Parroquia de San Pedro y una representación de la Hermandad del Cristo de Burgos hace su presencia como muestra de respeto.
La Piedad Servita encara la Plaza de San Pedro camino de la Catedral
Justo después de la celebración de la Función Principal de la Hermandad Servita, se convoca a los hermanos a una comida de Hermandad en el restaurante Los Azahares de Sevilla. Y es que, este año será un día grande para la Hermandad. Después de muchos años y esfuerzos, aquel pequeño grupo de jóvenes de los inicios ha conseguido hacerla crecer y formar parte de la reducida nómina de hermandades de la Semana Santa de Sevilla que hacen estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Es, por tanto, un momento ideal para celebrarlo, y nada mejor que un almuerzo para compartir los anhelos conseguidos a pesar de las muchas dificultades encontradas en el camino.
El Director Espiritual de la Hermandad, el sacerdote Federico María Pérez-Estudillo asiste a la comida. También vemos a un joven Antonio Dubé de Luque.
