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viernes, 27 de junio de 2025

Epílogo I. Las últimas fotos. 1991.

 

En la primavera de 1991 toma sus últimas fotos el fotógrafo aficionado. Recluido en su casa, registra una serie que documenta los escenarios donde transcurre su vida diaria. Quizás al ordenar pulcramente sus habitaciones y sus objetos personales trata de limitar el desconcierto de los últimos años de su vida. Un grito silencioso que busca la paz interior a falta de comprender su soledad y el abandono de sus dos grandes pasiones: la fotografía y la Semana Santa de Sevilla.

 

 


Premonitorio autorretrato del fotógrafo aficionado





 

 

 














 

 

 










A modo de altar familiar, el fotógrafo aficionado ordena su vida disponiendo los objetos como una forma mágica de encontrar sentido a toda una vida y en la que un pequeño monaguillo permanece ocupando un discreto rincón




Pero la realidad desnuda es mucho más prosaica que las disposiciones mágicas de objetos. Quizás, en sus fotos, el fotógrafo aficionado es capaz de no traicionarse ni mentirse, porque nadie sabrá nunca qué fantasmas, qué fotos imaginadas o qué fracasos amenazantes formaron parte del final de una vida dedicada a ver la realidad a través del visor de una cámara para recrearla, a gusto, en la oscuridad de su precario laboratorio fotográfico, único lugar, quizás, donde realmente se sentía plenamente realizado y feliz.




sábado, 22 de febrero de 2025

Mi calle Santa Paula. Marzo, 1975.

 

La calle Santa Paula, del barrio de San Marcos, es una de las más bellas del centro de Sevilla, un barrio popular tantos años maltratado. Comenzaba, en aquellos 70, en la animada Plaza de San Marcos, circundada de bares y de tiendas, a la sombra de la parroquia gótico-mudéjar del mismo nombre y bajo la mirada de su esbelta torre, humilde hermana pequeña de la Giralda. Surcaba bordeando la coqueta Capilla de Nuestra Señora de los Dolores, sede de la Hermandad Servita para, a continuación, detenerse en la recoleta Plaza de Santa Isabel, uno de los rincones más bellos y desconocidos de Sevilla, presidida por la imponente portada de piedra del Convento de Santa Isabel, asomada a su fuente central, donde los niños cogíamos zapateros (nombre que le asignábamos a las libélulas rojas) poniendo cañas sobre los charcos refulgentes al sol del verano. Continuaba, camino de la parroquia de San Julián, por la estrechura donde vivían nuestro fotógrafo aficionado y el monaguillo que les habla y, al entrar en la calle en sombra, allá a lo lejos, siempre nos deslumbraba la airosa espadaña del Convento de Santa Paula, joya del arte sevillano, donde los niños podíamos adquirir dulces, sobre todo su deliciosa mermelada de naranja "Ora et Labora". Finalmente, desembocaba en la calle Enladrillada, serpiente larga y angosta que enlazaba la Plaza del Pelícano con la parroquia de San Román. No se le puede pedir más arte, belleza y sevillanía a poco más de cien pasos de calle, mi calle Santa Paula.

 

 


 


 

En las fotos, la primavera sevillana inunda de sol claro el mediodía del barrio de San Marcos, y la solitaria calle Santa Paula mira asombrada a la espadaña del Convento que le da nombre. La textura de sus muros desconchados expresan el olvido de un barrio que ofrece su piel torturada al devenir del tiempo de los hombres.

 

sábado, 30 de noviembre de 2024

Autorretrato desenfocado. Mayo, 1973.

 

El fotógrafo aficionado realiza un autorretrato en su pequeño laboratorio instalado en el cuarto de baño de su casa familiar. Por su curiosa composición lo exponemos en esta entrada. ¿Quién no ha estado alguna vez desenfocado en su vida?


 


 

martes, 12 de noviembre de 2024

Mejores fotos de 1967.

 

Iniciamos esta sección de "Mejores Fotos" de cada año publicado hasta el momento, con la correspondiente al año 1967, concretamente al invierno de dicho año. Obviamente una selección muy personal.


 

Vecinas de San Marcos y monjas del Convento de Santa Isabel esperan en la plaza del mismo nombre a la Soledad Servita. El fotógrafo aficionado gustaba de retratar la vida del barrio tanto de acontecimientos singulares como este de la salida de una cofradía o del normal transcurrir de los usos y costumbres cotidianos. Eso nos da la oportunidad de recordar -a algunos- o de conocer -a otros- lo que era la vida de los barrios populares del centro de Sevilla hace más de cincuenta años.









El capataz Máximo Castaño sacaba a la Virgen de la Soledad Servita a finales de noviembre de este año 1967

 



jueves, 10 de octubre de 2024

Un árbol de Navidad encima del televisor. Navidades de enero de 1973.

 

Que la televisión fuera el eje central de las casas populares de Sevilla en esta década de los años 70 es una cuestión innegable. Por aquellos años, la televisión se encendía desde la mañana a la noche cuando aparecía la "carta de ajuste" ya pasadas las doce. Y eso que al principio solo había un canal de televisión que, eso sí, se apagaba religiosamente por las tardes para que las madres escucharan la radionovela de turno mientras cosían la ropa o remendaban calcetines y pantalones. Los niños merendábamos -colacao con picatostes- escuchando "Simplemente María" o "Lucecita". Muchos vaticinaron entonces la muerte de la radio pero se equivocaron de medio a medio porque hoy sigue tan viva como entonces o más.

En las fotos siguientes, el fotógrafo aficionado documenta en su propia casa del barrio de San Marcos cómo es posible montar un árbol y un belén encima del mueble del televisor. Afortunadamente, en aquellos primeros años de la tele, los aparatos eran voluminosos y permitían toda suerte de objetos encima, desde flamencas o toritos bravos hasta muñecas o retratos. Pero un árbol de Navidad y un niño Jesús, hombre...




Horror vacui


viernes, 30 de agosto de 2024

Retratos de 1972 (III).

 

El fotógrafo aficionado realizaba múltiples retratos de los vecinos y conocidos de San Marcos o San Julián; a veces por gusto y, en muchas ocasiones, por encargo para fotos de carnet que recortaba en el revelado posterior. Traemos aquí, como hemos hecho en anteriores entradas del blog, algunos de estos retratos que muestran la tipología de los habitantes de estos barrios populares del centro de Sevilla en la década de los 70 del siglo pasado. Y de ellos podemos deducir o imaginar su actitud ante la vida, sus miradas y entrever, acaso un poco, su mundo interior.