domingo, 30 de junio de 2024

Marzo de 1972: Función Principal de los Servitas.

 

El domingo 12 de marzo de 1972 se celebra la Función Principal de Instituto de la Hermandad Servita. Una celebración especial porque será la previa a la primera salida procesional en la nómina del Sábado Santo. Por ese motivo, la Función será presidida por el cardenal José María Bueno Monreal e incluirá una Protestación de Fe de los hermanos.

 

El cardenal a su llegada a la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores

 

Mesa de Hermandad















 

Durante el acto se realiza la Protestación pública de Fe de los hermanos servitas


















































 
El cardenal Bueno Monreal termina bendiciendo a los asistentes al acto
 

A continuación firma fotos personales















Una vez terminado el acto departe con algunos miembros destacados de la Hermandad Servita y se marcha en su coche oficial



viernes, 28 de junio de 2024

Antonio Vega tallando las nuevas cartelas del paso de los Servitas. 1972.

 

En la vorágine de tareas apresuradas que hubieron de acometerse para preparar la primera salida de la Hermandad Servita como cofradía de penitencia en este año 1972, traemos en esta entrada un documento singular: Antonio Vega Sánchez, genial artista, tallando las nuevas cartelas de la canastilla del primer paso de la Piedad Servita, ya que en los primeros años procesionó en un paso prestado por la Hermandad de Carmen de Santa Catalina, como hemos visto en entradas anteriores. Cartelas que, sin embargo, no llegó a terminar y que fueron retalladas más tarde por el maestro Manuel Guzmán Bejarano.

 


Antonio Vega Sánchez (Cantillana, 1928) tiene importantes obras en la Semana Santa sevillana y de otras localidades andaluzas -como, por ejemplo, el paso del Cristo de las Penas de San Vicente- pero, lamentablemente, creemos que no se le ha reconocido lo suficiente como genial tallista que fue.

La foto fue tomada el 10 de marzo de 1972, pocos días antes de la salida procesional, en la misma casa de la Hermandad Servita.

 

Taller de bordados del Convento de Santa Isabel. 1972.

 

El año 1972 fue un año especialmente importante para la Hermandad de los Servitas. Gracias al cardenal José María Bueno Monreal, y al trabajo sostenido e intenso realizado por sus hermanos y devotos en los años previos, el paso de la Virgen de los Dolores y del Cristo de la Providencia realiza su primera estación de penitencia a la Catedral integrándose en la nómina de hermandades del Sábado Santo. 

Por tanto, los meses anteriores a esa primera salida, que será el día 1 de abril, serán meses de trabajo intenso en la hermandad para ultimar un sinfín de detalles. Aquí traemos unas instantáneas del Taller de Bordados del Convento de Santa Isabel con el que tanto colaboró la Hermandad Servita para la elaboración de sus insignias y pasos procesionales.

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estas fotos, tomadas el 10 de marzo de 1972, a escasos veinte días antes del Sábado Santo, también muestran el Taller de Túnicas de la Hermandad, aspecto que se cuidaba especialmente en esos años para que muchos hermanos que no podían costearse una túnica, y más cuando se trataba de una hermandad nueva radicada en un barrio popular, tuvieran la oportunidad de acompañar a sus sagrados titulares.

 


Obsérvese el simpático "Pick Up" de la época que servía para amenizar las sesiones de costura de las nuevas túnicas servitas.

 

 

jueves, 27 de junio de 2024

Retratos de 1972 (I): homenaje a Casa Tomás.

 

En entradas anteriores de este blog se ha documentado la presencia de distintos bares y tabernas alrededor de la Plaza de San Marcos: Bar la Alegría de San Marcos, Baldogar, El Disloque o Casa Tomás; todos ellos desaparecidos en la actualidad pero que, desde los años sesenta, al menos que sepamos, reunían en un reducido espacio de la ciudad -el perímetro de la Plaza- cuatro alternativas de vinos y de tapas bien diferentes y para distinto público, si bien, el fotógrafo aficionado frecuentaba todos ellos como hacían otros tantos vecinos del barrio. Sirva esta entrada como homenaje a una de las tabernas más queridas y humildes del barrio, Casa Tomás, que regentaba el matrimonio -Tomás y Dolores- junto con su hijo Pepe y que para el fotógrafo aficionado era un vivero de personajes a retratar. 

 

Tomás Álamo regentaba la taberna, en la foto superior, y Dolores y Pepe le ayudaban a mantenerla (en las fotos de abajo)




 

 

 










Un limpiabotas atendiendo a un cliente en la puerta de Casa Tomás. Al fondo la entrada del Convento de Santa Isabel.















El cliente parece satisfecho con el trabajo realizado al sol de la mañana de un día de febrero de 1972.






Un parroquiano entra en la taberna algo meditabundo. Seguro que saldrá más recompuesto.

 


























 

Fotos tomadas en la acera de la calle Vergara y, al fondo, la Plaza de Santa Isabel. Como pueden observar no había veladores en Casa Tomás a pesar de la amplia acera que tenía delante, aunque en ocasiones los clientes podían sacar algunas sillas plegables. Eran otros tiempos.

 





Toma de dichos a finales de 1971.

 

En la actualidad, la toma de dichos es un trámite más del conjunto de actos administrativos previos a la celebración de una boda católica. Se suele realizar en las propias dependencias de la iglesia junto con el sacerdote y los testigos. Pero, en 1971, la toma de dichos, o los "dichos" para abreviar, constituía un acto social además de administrativo y, en este caso, solía realizarse en el propio domicilio de la familia del novio o de la novia, al que se desplazaban tanto el sacerdote como los testigos del compromiso de boda.

 




 

 

 

















 

De lo que no ha dejado constancia el fotógrafo aficionado es si, después del acto, se terminaba con el debido ágape o no. 


martes, 25 de junio de 2024

Fríos y oscuros inviernos de tabernas. 1971.

 

En aquella Sevilla oscura y fría de los inviernos de principios de los años 70, las tabernas acogían un variopinto paisaje de personajes. El barrio de San Marcos aún trataba de abandonar la mala fama que la cruda posguerra trajo al eje que iba desde Santa Catalina a San Gil, pasando por el temido Pumarejo o San Julián. No era extraño que, a veces, el vino y la pobreza dieran como consecuencia peleas a navajazos en plena noche. También la droga empezaba a extender sus gélidas manos en aquel terreno abonado para la desesperación y el abandono. 

Así y todo, la mayoría de los vecinos de los barrios populares del centro de Sevilla trataban de salir adelante como buenamente podían, y las tabernas en la noche solo mostraban una parte de la realidad que solía ocultarse cada mañana. Estas fotos -tomadas por el fotógrafo itinerante en noviembre de 1971- tanto en Casa Tomás, taberna situada en la calle Vergara, como en Baldogar, bar de la Plaza de San Marcos que hacía esquina con la calle Castellar, documentan dos de los "templos" a los que acogerse a "sagrado" mientras arreciaba el temporal.

 

"Feligreses" de Casa Tomás posan para el fotógrafo




 










 

Pepe, de Casa Tomás, trasegando vino para sus parroquianos. Y uno de ellos colaborando con la limpieza de la acera. Al fondo puede entreverse el luminoso del Bar Baldogar, esquina con calle Castellar. Abajo, uno del grupo, y a su espalda la lista de precios y un azulejo que hoy sería "cancelado" inmediatamente por la autoridad: "Los enemigos del hombre son tres: suegra, cuñada y mujer".

 

 

Ahora cambiamos al paisanaje del Bar Baldogar en esa misma noche fría de noviembre. Como se muestra en la foto de abajo, aún existían en Sevilla los "vigilantes nocturnos", o "serenos". Nótese la diferencia de público entre una taberna y un bar que se encontraban a poco más de treinta pasos de distancia.