El 8 de abril de 1977, madrugada de Viernes Santo en Sevilla, el fotógrafo aficionado realiza una foto en el primitivo Bar Robles, en la calle Álvarez Quintero, donde podemos ver a un joven y "arremangado" Juan Robles junto a algunos de los camareros de esta emblemática bodega y restaurante sevillano que ha llegado a ser uno de los referentes fundamentales de la gastronomía andaluza. Por aquellos años los bares abrían durante toda la madrugada sin mayores problemas. ¡Qué tiempos!
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