viernes, 8 de noviembre de 2024

1973 (VIII). Segunda estación de penitencia de los Servitas.

 

VIII. Costaleros de la Piedad Servita. Los años 70 del pasado siglo fueron los últimos de los (mal)llamados costaleros "profesionales", o mejor asalariados. Sirva esta entrada para homenajear a unos hombres y a una forma distinta de entender el trabajo del costal que desapareció pocos años después con la aparición de las cuadrillas de hermanos costaleros. El fotógrafo aficionado documenta un breve descanso de la cuadrilla del capataz Máximo Castaño en el regreso de la cofradía Servita hasta su capilla.

 


 






 


















 

Un botellín y un bocadillo bastaban para reponer fuerzas de una cuadrilla sin relevos, de "mármol a mármol" como se suele decir, un sistema de trabajo hoy casi inexistente en las cuadrillas de hermanos costaleros.


Y después del breve descanso, vuelta al trabajo, que queda aún lo más duro: aguantar los "kilos" que siguen cayendo sobre sus cuellos y meter la cofradía en su templo con dignidad y buen gusto. No constituían entonces un poder "fáctico" en las hermandades, no tenían "glamour" ni alardeaban ante nadie, no se creían protagonistas de nada, eran una familia unida leal a un capataz, apenas se les veía porque no podían salir de abajo ni para orinar -con perdón-, eran de otra raza, sí, cobraban por su trabajo, pero eran auténticos y humildes, y en la oscuridad de las trabajaderas eran también los pies de Cristo y de su Madre. Ellos eran los costaleros de la Piedad Servita.

 




1973 (VII). Segunda estación de penitencia de los Servitas.

 

VII. De vuelta al barrio de San Marcos. La cofradía Servita culmina la carrera oficial y se encamina por las calles del centro de Sevilla hasta su barrio siendo saludada por hermandades como la de los Panaderos, la Lanzada o Montesión cuando pasa por delante de sus sedes o por monjas cuando se para ante algunos conventos. El barrio de San Marcos la espera por segunda vez.

 


 


 




























Los costaleros reciben un refrigerio para continuar con su duro trabajo

 










jueves, 7 de noviembre de 2024

1973 (VI). Segunda estación de penitencia de los Servitas.

 

VI. De vuelta por la calle Sierpes. Una vez cruzada la Catedral y pasada la Plaza de San Francisco, la cofradía servita se adentra, ya de noche, por la calle Sierpes camino de la Campana. Ya advertimos en una entrada anterior que estos años las cofradías del Sábado Santo realizaban una carrera oficial a la inversa, comenzando por la Catedral y terminando en la Campana. El Santo Sábado, que por entonces no suponía ningún problema insuperable como ocurrió con el Santo Martes hace unos años. Eran otros tiempos.

 


 


 

 












El paso pasa justo por la estrechez de la calle Sierpes al mando de su capataz Máximo Castaño

 













 

Surge una saeta en medio de la noche sevillana


 


 












El recordado Máximo Castaño mandando el paso de la Piedad Servita

 


Los Servitas ya están en la Campana

 




















 

 

Sorprende que una cofradía de barrio, en su segunda estación de penitencia, sea capaz de hacerlo de manera tan seria y elegante.



1973 (V). Segunda estación de penitencia de los Servitas.

 

V. Camino de la Catedral. Una vez pasado San Román, la cofradía servita se encamina hacia la Parroquia de San Pedro para dirigirse al comienzo de su carrera oficial. Como se observa en las imágenes no iba acompañada de mucho público, salvo el paso de la Piedad Servita siempre rodeado de personas. En aquellos años se podían ver muchas cofradías en poco tiempo e, incluso, recorrer el cuerpo de nazarenos de arriba abajo sin grandes contratiempos. Algo que hoy, lamentablemente, resulta imposible, incluso en Sábado Santo. 

 

 


Preciosa vista del tramo de penitentes -creemos que por la calle Peñuelas- que, como era tradicional entonces, se situaba detrás del paso y antes de la banda de música.

 


 

 

 

 

 








El capataz Máximo Castaño, junto a su adjunto, en una parada del paso

 

El "bacalao" servita por la calle Doña María Coronel, llegando a San Pedro

 
















Curiosa foto, ajada por el tiempo, del paso de la cofradía al final de la Plaza de San Pedro en dirección a la calle Boteros.


miércoles, 6 de noviembre de 2024

1973 (IV). Segunda estación de la penitencia de los Servitas.

 

IV. Por las calles del barrio. La cofradía se adentra en las calles de San Marcos e inicia su andadura hacia la carrera oficial. La ilusión de su segunda estación de penitencia se nota en los rostros de todos los vecinos y sevillanos que se acercan a contemplar la nueva cofradía del Sábado Santo. El cuerpo de nazarenos dobla por la calle Socorro camino de la parroquia de San Román.

 


 


 

 

 










Los camareros del bar La Alegría de San Marcos no dan abasto para atender a los clientes porque por delante de su puerta pasa la cofradía, justo en la esquina de la calle Socorro.


















 

La Piedad Servita se adentra en la calle Socorro camino de la Parroquia de San Román.

 









 

Allí la espera la representación de la Hermandad de los Gitanos que en estos años reside aún en San Román, junto con el padre Pérez Estudillo.




Al fondo vemos el desaparecido bar El Uno de San Román