Sin palabras. Fotografía realizada el domingo 2 de mayo celebración del Día de la Madre.
Las noches de Feria en la década de los 70 también eran muy animadas, quizás más familiares que años después, sobre todo en la actualidad, cuando empezaron a ser tomadas claramente por la juventud -casi adolescentes- a partir de los 80, gracias al traslado a los Remedios y la instauración de la democracia, lo que dio lugar a la aparición, por ejemplo, de las casetas-discotecas.
En las casetas, las sevillanas y las rumbas la ponían las voces, palmas y guitarras de los asistentes. Sin embargo, en la actualidad ya no quedan muchas casetas donde no se ponga la música enlatada.
Y arriba tenemos unos de los personajes más populares de la Sevilla de la época, Pepe el escocés, que ni se llamaba Pepe ni era escocés. Su nombre era Bertrand Olivier Gaston de Bonnechose y era francés, nacido en Versalles en 1897. Pero así es Sevilla, que renombra a sus ilustres a su antojo. Así lo cantó el Pali en 1979: ...tiene una deuda Sevilla/con aquel gran extranjero/que de tan lejos venía./Viva la gracia del mundo,/viva el arte y el gaché,/murió queriendo a Sevilla,/viva Pepe el escocés.
Pero la Feria de Abril de Sevila también se vive, sobre todo, en las casetas, porque la Feria es una fiesta esencialmente familiar, y cada caseta se convierte en una extensión de la propia casa en la que se recibe a amigos y familiares. Podemos observar en las fotos que, por aquellos años, no todas las mujeres se vestían de flamenca. Eran aún tiempos de estrecheces y no era raro que muchas familias se llevaran, además, las cestas de comida preparada desde casa (tortillas, bocadillos, filetes empanaos...) para aliviar los costes económicos.
En 1971, la Feria de Abril de Sevilla aún se encontraba radicada en el Prado de San Sebastián y la Plaza de España. Un catalán (Narciso Bonaplata) y un vasco (José María de Ybarra), a la sazón concejales del Ayuntamiento de Sevilla propusieron, en 1846, el germen de la actual Feria pero entendida entonces como una feria agrícola y ganadera. Eran otros tiempos muy distintos a los actuales, desde luego. Y hasta 1973 no se traladó a la actual ubicación en el barrio de los Remedios, alejándola del centro pero ampliando notablemente el número de casetas y servicios. Un traslado que no estuvo exento de severas críticas.
Veamos algunas imágenes del paseo de caballos tomadas el 25 de abril de 1971, un día nublado que no impidió el disfrute de los sevillanos.
Vemos al fondo el edificio del Consulado de Portugal sito frente al monumento de El Cid.
Y abajo vemos una instantánea nocturna de la portada de la Feria de aquel año, que se situaba en la Pasarela y que recreaba los puentes de la Plaza de España.
Antes del aluvión turístico que sufriría décadas después, Sevilla era una ciudad provinciana habitada por sevillanos, de nacimiento o de adopción. Incluso el centro histórico más apreciado, como la catedral, la Giralda y su entorno, seguían siendo escenarios de la vida cotidiana de una ciudad, quizás ensimismada, pero al gusto de sus habitantes. Aquí reflejamos dos "postales" típicas que distan mucho de lo que se han convertido en la actualidad.
La calle Mateos Gago en abril de 1971. Nada que ver con el manido parque temático de bares para turistas en que la han convertido hoy.
Una instantánea de la Plaza Virgen de los Reyes realizada en plena Feria de Abril de 1971, cuando aún se celebraba en el Prado de San Sebastián. Las palabras sobran.
Las estrechas relaciones que mantienen la Hermandad Servita y la de la Patrona de Valladolid, la Virgen de San Lorenzo, provienen de este año. En 1971, un grupo de vallisoletanos asentados en Sevilla decidieron solicitar al Ayuntamiento de Valladolid la realización de una réplica de la Virgen de San Lorenzo, siendo esta petición aprobada en sesión municipal a principios de 1971.
La imagen fue encargada a José Luis Nuñez Solé, imaginero zamorano que falleció dos años después de haber tallado la copia de la Patrona. El 15 de abril fue bendecida por el cardenal Bueno Monreal en la capilla de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, en la colegial del Divino Salvador de Sevila. Entronizada en el paso de tumbilla de Nuestra Señora de las Aguas de dicha iglesia Colegial se trasladó en procesión a la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores de la Hermandad Servita y durante todo el domingo 18 de abril se celebró un besamanos solemne de recibimiento que es el que está documentado en las fotos siguientes.
Desde ese año, la Virgen de San Lorenzo es venerada en una capilla de la iglesia Servita. Además, una miniatura de la Virgen bajo templete de plata se coloca cada año en la calle central de la candelería del paso de palio de la Virgen de la Soledad servita.
El hoy, desgraciadamente, desaparecido mercadillo de animales de la plaza de la Alfalfa fue un lugar maravilloso para los niños y niñas de los 60 y los 70. La plaza había albergado un mercado muy antiguo de caza y animales desde 1410, si bien, su fundación moderna data de mediados del s. XIX (año 1852) y se celebraba solo en las mañanas de los domingos, donde se compraban y vendían pajarillos, aves de corral, animales domésticos, incluso exóticos, así como todos los accesorios que requería su crianza: jaulas, piensos, correas, bebederos...
Para los niños de entonces, esas mañanas de domingo constituían un verdadero festín de los sentidos. Acompañados de nuestros padres, aunque casi nunca nos compraban nada, siempre teníamos la ilusión de que algún día nos llevaríamos un jilguero, un gatito o un perrito a casa. Aquí van dos fotos de una de esas mágicas y perdidas mañanas de domingo sevillanas.
El mercadillo de animales de la Alfalfa estaba considerado el más antiguo de Europa. Desgraciadamente, en 2005 fue prohibido. Un brote de gripe aviar, una normativa de la Unión Europea, las quejas de algunos vecinos y la estupidez de unos pocos animistas y animalistas desnortados convencieron a los prebostes municipales para acabar con él.
A pesar de todo, muchos sevillanos siguen abogando hoy por recuperar una de las tradiciones más hermosas de nuestra ciudad que, paradójicamente, disfrutan otras poblaciones cercanas.